Y, de repente . . . me encuentro 4 ratones juntos . Parece que están tramando algo .
Secretos contados a la oreja , muy bajito . El plan tiene que salir perfecto porque de ello depende la sorpresa y la magia . Hay veces que se cae el diente en la escuela, jugando en el parque, mordiendo una manzana . . .
Cuando llega ese momento, es importante guardarlo en un lugar seguro y bien envuelto hasta que podamos meterlo en el bolsillo de nuestro ratón .
Sin embargo , no es extraño que haya días de mucha actividad y a Ratón Pérez se le acumula el trabajo .
Entonces , otros ratones acuden a ayudarle rápidamente y con el mismo entusiasmo .
Cada diente corresponde a un niño o una niña de un lugar concreto y sólo dispone de unas horas , por la noche , mientras duermen . . .
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